En mi perfil profesional sólo pongo datos personales como nombre y apellidos, la ubicación (mía y del centro) y la dirección de correo electrónico que tengo abierta para compartir tareas con los alumnos, nunca la personal ni el número de teléfono. En cuanto a la foto, tengo una bastante "neutra" y, en algunos casos, un dibujo.
En mi práctica docente he utilizado el blog y el correo electrónico principalmente; de vez en cuando, también he compartido archivos con ellos mediante Dropbox y Google Drive.
En cuanto al riesgo que veo en el uso de las redes sociales en la escuela es que, en determinados niveles, puede ser un elemento disruptivo, ya que cada vez tenemos más alumnos en clase y no muy motivados en general, con lo que nuestra labor no es tan cómoda como muchos suponen. Creo que, en primer lugar, habría que hacerles conscientes de la necesidad de hacer un buen uso de ellas y explicarles bien el peligro de jugar con ellas.
Con alumnos de niveles superiores,como bachillerato, es algo más factible, en mi opinión.
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